González del Pozo recordó hoy a Servimedia que en ediciones anteriores de esta tradicional celebración algunos muchachos "han cortado el cuello a algún pollo y han derramado la sangre encima del coche de una profesora o han sacado los ojos a alguna gallina con la que s han puesto después a jugar al baloncesto".

Asimismo, recordó que en otras ocasiones "pretendieron meter un burro en el interior del centro, y consideró "chocantes" estos "desmanes" de algunos de los chavales que participan en esta fiesta previa a su incorporación a filas.

González del Pozo manifestó que en los últimos años "los quintos se han tomado ciertas libertades", porque el Ayuntamiento ha consentio que "las tradiciones se respeten a rajatabla".