Este teho de recaudación, según el propio A. Acero, sólo lo superan 300 de las 1.700 salas de cine que existen actualmente en España, incluidas las X.

Sin embargo, explicó que en el sector del cine pornográfico "los ingresos no se transforman en beneficios con la misma facilidad que en el resto de las salas".

La ley 1/1982 de 24 de febrero, que regula las Salas Especiales de Exhibición Cinematográfica, establece para estos locales un 33 por ciento de IVA, frente al 6 por ciento exigido a las demás.

La ley, que Acero calificó de "restrictiva", marca también otras diferencias que "perjudican" la distribución, como, por ejemplo, la condición de que una ciudad tenga que disponer de diez salas comerciales para permitir la apertura de una pornográfica, lo que hace que muchas carezcan de ellas.

Agregó que cada semana pasan por sus locales unas 1.200 personas, aunque no todos ven entera la sesión, porque a diferencia del resto de las salas, las X ofrecen "un cine de paso": un 70% de los clientes se levata antes de encender las luces y tan sólo un 30% aguanta hasta el final.

El propietario de otra de esas salas madrileñas indicó a esta agencia que muchos de los clientes son viajantes, gente de paso, que incluso acuden para diez minutos, a pesar de lo cual todos cogen su entrada, ya que "sin pagar no entran ni las ratas".

PASEN Y VEAN

La ley, que prohíbe la publicidad icónica de las películas clasificadas X, no permite ninguna señal que identifique el lugar en el exterior de los locales.

"n sesión continua podrán disfrutar de 'El animal que hay en mí' o 'Miami Spice'", rezan los únicos reclamos permitidos bajo un fondo de color estruendoso.

"La diputada Cicciolina" (1987) fue una de las "porno" de más éxito. Pero las más abundantes siguen siendo las películas norteamericanas.

La reconversión de "El Alfil" o los "Lumière" en salas "más cultas", no han significado un incremento de telespectadores en "las fieles".

Aunque gran parte del descenso en el interés del público por esassalas especializadas en cine pornográfico obedece a la generalización del mercado del vídeo, la verdadera competencia, "y además desleal", la ejercen los sex shop, que ofrecen, entre otros, los mismos servicios sin pagar el IVA correspondiente, según señaló Acero.

En su opinión, la generalización de los vídeos y la inclusión de las televisiones autonómicas han estancado el mercado de las salas X, pero no le hecho disminuir la clientela.