LAS SALADAS DE CHIPRANA Y LAS LAGUNAS DE GALLOCANTA PODRAN CONTAR CON PROTECCION INTERNACIONAL
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El complejo lagunar de las Saladas de Chiprana y la Laguna de Gallocanta son los dos humedales aragoneses propuestos por España para que sean considerados de importancia internacional en la Conferencia de Kushiro (Japón) que se clausura hoy.
Estos espacios quedarían así encuadrados en una red mundial de protección de las zonas húmedas que rúnen características específicas y sirven de soporte para las migraciones de aves o la supervivencia de microorganismos que sólo se dan en esos lugares.
El Consejo de Gobierno de la Diputación General de Aragón solicitó el 21 de mayo de 1991 al Icona que se incorporaran estas lagunas al Convenio de Ramsar, que desde 1971 promueve la conservación mundial de las zonas húmedas para su uso racional y el establecimiento de reservas.
Según el técnico de la DGA en flora y fauna Julio Guiral, Chiprana y allocanta se "incorporan a un contexto global que la Comunidad Europea tiene en consideración y podrán acceder a fondos mundiales que gestiona Ramsar".
El reconocimiento mundial de estos espacios supone la obligatoriedad de su defensa para los organismos cuyas competencias pueden afectar al mantenimiento de su equilibrio ecológico.
Al ser dos humedales que se abastecen de acuíferos, la Confederación Hidrográfica del Ebro debe controlar que no descienda el nivel en Gallocanta o que las posibles aprtaciones de agua dulce que supondrán los desagües de las hectáreas de regadíos de Monegros II no impliquen un cambio en la salinidad de las lagunas de Chiprana.
Desde la Diputación General de Aragón se está estudiando el ciclo hidrogeológico de las dos lagunas para conocer el circuito de aportes de los acuíferos que las mantienen vivas. Asimismo, el Consejo Superior de Investigaciónes Científicas también estudia la fauna y flora de las lagunas.
El complejo lagunar de las Saladas de Chiprana ocup 162 hectáreas y la mayor es la única laguna endorréica (que no desagua a un cauce) salina de aguas permanentes profundas de Europa occidental.
Mientras la mayoría de este tipo de humedales tienen una profundidad media de un metro, la salada de Chiprana alcanza los 5,6 metros, lo que, por falta de oxígeno, ha convertido su poza en un hábitat que mantiene muchos de los microorganismos primitivos que explican el origen de la vida.
Gallocanta, por su parte, con 1.330 hectáreas de superficie inundabl, es la mayor laguna salada de la península en la zona mediterránea. Da vida a endemismos vegetales de ribera muy específicos y mantiene regularmente más de 20.000 aves acuáticas en periodo invernal. Su profundiad media es de dos metros.
(SERVIMEDIA)
16 Jun 1993
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