La raíz de todo ello es, según explicó en rueda de prensa el coordinador de la campaña "Iguales en Derechos" y miembro de la APDHE, Oscar López, el acuerdo del Grupo de Schenen (compuesto por el Benelux, Francia, Alemania, Italia y España), que ha impuesto a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) que las compañías aéreas sean responsables de la vigilancia de las condiciones de legalidad de sus pasajeros, bajo la amenaza de fuertes multas.

La sala de no admitidos de Barajas existe desde hace casi un año, según la APDHE, y el control de los extranjeros que permanecían allí era realizado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, hasta que, fruto de una reunón entre la Dirección de Seguridad del Aeropuerto, la Dirección General de la Policía y la Dirección del Aeropuerto, estas autoridades pretendieron hace 2 semanas que la vigilancia corriera a cargo de los trabajadores de tierra de la terminal aérea, a lo que éstos se negaron.

Según los portavoces de la campaña "Iguales en Derechos", desde entonces, las labores de custodia de los pasajeros retenidos las desempeñan guardas privados.

Además, denunciaron que la sala no reúne las condiciones mínimas d salubridad. Según la APDHE, en 30 metros cuadrados algunos extranjeros deben pasar hasta 10 ó 12 días esperando un vuelo de regreso a su país con sillas de plástico por todo mobiliario, un aseo compuesto de taza y lavabo (que no se limpia con la "suficiente asiduidad"), una cinta transportadora por lecho y todo ello para un colectivo que a veces llega a 25 personas.

CABINA DE TELEFONO

El sitio carece, por lo demás, de botiquín o cualquier tipo de servicio sanitario, de productos de higiene íntima fmenina, de asistentes sociales o traductores de inglés y francés, aunque sí cuenta con una cabina de teléfono, pero no de cambio de divisas a moneda española con la que poder llamar a un amigo, familiar o abogado.

López aseguró que el hijo de una familia paquistaní que tuvo que pasar una semana allí acabó con una gastroenteritis aguda y sus padres con mareos, vómitos y varios kilos de menos tras permanecer todo ese tiempo sin poder ducharse.

La APDHE denunció también que, además de los motivos deno admisión establecidos (como la falta de documentación o visado, que ésta sea falsa o no llevar un mínimo de 50.000 pesetas), las autoridades del aeropuerto están devolviendo a ciudadanos de países en guerra (kurdos, libaneses, ghanianos, nigerianos, etc.), aunque tengan los papeles en regla, "anteponiendo la sospecha a sus derechos".

El coordinador de "Iguales en Derechos" aseguró que hace un mes se produjo una reunión entre el embajador de Canadá en España y la Dirección General de Aviación Civil n la que el primero había planteado mayores controles hacia los árabes y latinoamericanos de paso por Barajas y con destino al estado americano.

Según la APDHE, se suele impedir la entrada en nuestro país a las mujeres dominicanas por presumir que vienen a "engordar las redes de prostitución".

"Iguales en Derechos" pidió a las autoridades que no se empleen policías privados en esta sala, que las personas que tengan que permanecer retenidas reciban un trato digno y que puedan contar con la ayuda yorientación de organizaciones humanitarias, abogados e intérpretes.