Así lo indicó el responsable de Sacyr en la Junta Ordinaria de Accionistas celebrada este jueves.

Manrique destacó que el crecimiento del Ebitda en un 28% en 2021, hasta los 923 millones de euros, es un “paso importante” para cumplir y superar el objetivo.

Asimismo, consideró que se avanza “de manera satisfactoria” con el crecimiento del 15% en el flujo de caja, hasta los 629 millones de euros, cuando el objetivo en 2025 es alcanzar los 1.000 millones. Sobre la reducción del 19% de la deuda neta con recurso, hasta los 681 millones, Manrique afirmó que se cumple el “compromiso anual” de rebajarla hasta los 700 millones.

Además, indicó que los activos concesionales representan el 83% del Ebitda, cifra muy cercana al 85% que la compañía estipuló como objetivo en 2025. “Puedo anticipar que esta meta también la mejoraremos a final de ciclo”, afirmó.

Por otro lado, Manrique destacó que Sacyr tiene la capacidad de marcar su propio camino. “Estamos listos para reforzar nuestro balance con nuevos activos de concesiones que nos proporcionen más solidez financiera y una posición de referencia en el mercado”, añadió Manrique. Para ello, afirmó que se buscarán las “fórmulas más adecuadas que impulsen este crecimiento previsto”, estando “muy atentos a todas las oportunidades”.

El objetivo de la compañía, según detalló el presidente, es reducir la diferencia entre la capitalización bursátil actual y la valoración que hace la propia compañía de su negocio.

Manrique explicó que Sacyr cuantifica su negocio concesional en 2.800 millones y que esta cantidad llegará a los 3.700 millones en 2025, incluso si no se adjudicara ningún nuevo proyecto hasta entonces.

El presidente de la compañía reconoció, no obstante, las pérdidas registradas por la compañía el año pasado de 189 millones de euros. Según Manrique, el resultado es “únicamente contable” y se ve afectado por el “cambio en el método de contabilizar la participación en Repsol”, actualmente por debajo del 3%.

Sobre esta cuestión, informó de que el peso de la compañía irá descendiendo "de 1% en 1%" hasta 2024, cuando venzan los últimos derivados, y señaló que no se ha abandonado previamente para no pagar unos precios "excesivamente altos" por los costes de cancelación de estos activos.

En cambio, destacó el incremento del 23% del beneficio atribuible a los negocios, hasta alcanzar los 111 millones de euros. “Pueden comprobar que estamos en la línea adecuada”, afirmó en relación con el objetivo de 200 millones para 2025.

RETOS

El máximo responsable de la compañía afirmó que Sacyr está respondiendo de manera adecuada a los retos de la covid-19 y de la guerra en Ucrania, que está provocando el incremento de precios y la escasez de materiales como la madera o el cemento.

En esta situación, Manrique apeló a los diferentes gobiernos. “Deben tomar medidas más enérgicas de compensación de esas variables tan relevantes en los contratos de construcción pública si no quieren que la actividad económica se vea afectada”, remarcó.

Asimismo, el presidente de Sacyr explicó a los accionistas que la sostenibilidad está “en el centro de las decisiones de la compañía” y señaló como hitos significativos en 2021 las financiaciones por valor de 473 millones de euros con calificación ambiental y social realizadas por Sacyr. Además, destacó que la inversión medioambiental creció el 37% el año pasado y supera ya los 46 millones de euros.

VOTACIÓN

La Junta General de Accionistas aprobó la autorización para ejecutar dos ampliaciones de capital por un importe nominal máximo de 18 millones de euros necesarias para el pago del dividendo anual en forma de 'scrip dividend'.

Por otra parte, ratificó la reelección como consejeros independientes de María Jesús de Jaén, Juan María Aguirre, Augusto Delkáder y José Joaquín Güell y del consejero dominical Demetrio Carceller. De los 13 puestos del Consejo, cinco son dominicales, seis son independientes, uno es externo y otro es ejecutivo, por lo que la mayoría no representa ni a los accionistas principales ni al equipo gestor.