Fuentes del Ejecutivo expusieron que uno de los principales actos de Sánchez en esta semana será la cumbre de seguridad alimentaria -martes 20- que él convoca en colaboración con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y que también copreside el mandatario de Senegal, Macky Sall.

Esta iniciativa, explican, partió del presidente español tras identificar que esta cuestión de la crisis alimentaria hay que abordarla desde la perspectiva multilateral y, a su vez, combatir la narrativa rusa orientada a acusar a las sanciones europeas del origen de la crisis.

El objetivo de Sánchez es superar esa narrativa y enfocar los esfuerzos en la búsqueda de soluciones que permitan rebasar la crisis alimentaria por la falta de suministro de alimentos básicos tras la invasión de Rusia a Ucrania.

Estos dos países representan conjuntamente el 28% de las exportaciones mundiales de trigo y el 15% del maíz, además Ucrania produce la mitad del aceite de girasol del mundo.

Se estima que 276 millones de personas en todo el mundo sufren inseguridad alimentaria grave, una cifra que se podría elevar hasta los 323 millones a lo largo de 2022.

En este contexto, Sánchez copreside esta cumbre en la que La Moncloa prevé la presencia de un “buen número” de jefes de Estado y de Gobierno, también representantes de la ONU y de la sociedad civil, porque ha tenido, según fuentes del Ejecutivo, una “excelente acogida”.

Además, este asunto también lo expondrá Sánchez durante la intervención ante la Asamblea - la madrugada del jueves al viernes- con la que pondrá el broche final a los distintos actos a los que asistirá en Nueva York en los márgenes de esta reunión internacional.

Su discurso, que según fuentes del Ejecutivo aún lo están elaborando, tendrá como hilo conductor las diferentes “crisis solapadas” a las que se ha tenido que hacer frente y la importancia de la perspectiva global y el multilateralismo.

FORTALEZA ECONÓMICA

Antes de este momento, el más relevante institucionalmente, Sánchez participará el miércoles en un evento organizado por la Cámara de Comercio España-EEUU en el que se abordará la relación con Latinoamérica y, el mismo jueves, se reunirá con inversores destacados como KKR, JP Morgan o Carlyle Group.

La parte económica es, por tanto, otro de los principales hitos de Sánchez para este viaje y, para ello, el presidente lanzará mensajes que generen confianza en la economía española, exponiendo sus fortalezas. Máxime en un contexto de incertidumbre energética donde al otro lado del Atlántico, dicen desde La Moncloa, desconocen la “profunda” apuesta por las renovables y por la diversificación del suministro de gas ante la poca dependencia del suministro ruso.

En este contexto, el jefe del Ejecutivo español mantendrá una reunión con el consejo editorial de 'The New York Times', con su presidente Mark Thompson a la cabeza, y explicará la situación de España y su proyección en el contexto europeo.

Dentro de la agenda, Sánchez también prevé su participación -martes- en la iniciativa impulsada por los presidentes Emmanuelle Macron (Francia) y Jacinda Arden (Nueva Zelanda) para frenar el yihadismo en internet y combatir el extremismo en redes.

También arropará - durante el miércoles- el acto Goalkeepers de la Fundación Bill y Melinda Gates sobre la lucha contra la desigualdad global.

Como suele ocurrir en las cumbres internacionales, especialmente en la semana de Naciones Unidas, Sánchez aprovechará para mantener varias reuniones bilaterales (de entre 15-20 minutos) con los presidentes de Chile, Costa Rica, Bolivia, Níger, Pakistán, Iraq y la autoridad Nacional Palestina.

Así como con la primera ministra de Reino Unida, Liz Truss, quién pidió, según La Moncloa, mantener su primer encuentro con Sánchez y que servirá para entablar una relación directa entre ambos que permita “profundizar” en la agenda bilateral intensa, profunda y rica con asuntos pendientes entre los dos países socios fundamentales.