Tras una visita a la capital hispalense, en la que se entrevistó con el comisario general de la Expo, Emilio Cassinello, Ivanov señaló que su país quiere eliminar toda carga ideológica del pabellón.

Según el embajador, hasta el momento ninguna de las restantes repúblicas que integran la Comunidad de Estados Independientes CEI) ha expresado su interés en participar en el edificio, que fue uno de los primeros de la Expo en estar concluido.

Ivanov explicó que el pabellón había sido concebido para albergar a un sólo participante y por tanto sería muy difícil adaptar su diseño interior para acoger a las once repúblicas autónomas que constituyen la CEI.

Respecto a los contenidos que se exhibirán durante la Expo, anunció que no tienen que ser sustancialmente diferentes a los previstos en un principio, ya que la historia el país no debe circunscribirse a los 74 años de vigencia soviética.

A principios del mes de enero, los responsables de la coordinación de las obras de La Cartuja dieron la voz de alarma ante el posible desmantelamiento del pabellón, debido a la falta de acuerdo sobre su gestión entre las repúblicas recién independizadas.