Rupérez lamentó el hecho de que todos los medios de comunicación hayan subrayado precisamente sobre este caso la amistad que desde hace ya muchos años han mantenido Carlos Andrés Pérez y Felipe González.

A su juicio, esta relación de amistad, "quieran o no los responsables gubernamentales españoles, acaba también por manchar la reputación de nuestros propios gobernamentes y añade sombras de sospecha sobre una situación donde los cass de corrupción se han convertido en la norma del Gobierno socialista".

Rupérez dijo que González no ha sabido nunca seleccionar adecuadamente a sus subordinados, ni tampoco a sus amistades, al tiempo que expresó su deseo de que la corrupción sólo afecte a Carlos Andrés Pérez, a Betino Craxi, "y a todos los que tenga que afectar en la situación española".

"Esperemos que quede despejada cualquier duda sobre cualquier otro tipo de implicación de esas amistades peligrosas que ha venido manteniendo e presidente del Gobierno español", matizó Rupérez.