Según dijo López Garrido a Servimedia, el acuerdo alcanzado por las administraciones para reubicar a los rumanos en cinco campamentos "es una solución de remiendo".

El dirigente de Nueva Izquierda argumentó sus críticas en que la solución únicamente es para 280 rumanos de los 600 que fueron desalojados de Mamea. "El asunto se soluciona para la mitad", dijo, "pero para la otra mitad la conculcación de sus derechos se convierte ya en definitiva porque estas personas ni se sabe dónde están".

En su opinión, la situación que se ha creado tras el desalojo inicial ha logrado que la Administración del PP cumpla su objetivo, "que era expulsar de Madrid a la mitad de los que estaban".

López Garrido sí reconoció que con el realojo de estas 280 personas se solucionan de una forma inmediata los elementos más dráticos y las situaciones más insostenibles, si bien lamentó el carácter provisional de la medida. "No se ataja el problema de fondo, que es cómo se regulariza la situación de estas personas".

Por último, anunció que Nueva Izquierda presentará una denuncia en Estrasburgo ante la Asamblea del Consejo de Europa por lo que ha sucedido, "que se ha intentado arreglar más o menos chapuceramente para la mitad", reiteró.

"Vamos a seguir trabajando en el Ayuntamiento y en la Comunidad de Madrid para que de erdad haya una política de acogida y de integración de inmigrantes a través de redes de acogida, de viviendas como es debido y de exigencia del cumplimiento de todos sus derechos", concluyó.