Según explicó Pérez, ésta es la mejor forma de solucionar su problema de ubicacación, ya que su forma de vida y costumbres es eminentemente nómada y su traslado a viviendas o albergues supondría un choque psicológico poco recomendable para su integración.

Cruz Roja Madrid, que atiende a este colectivo desde que se produjo el desalojo del poblado de Malmea, continuará desarrollando sus programs de ayuda a este colectivo, que por sus características prefiere ser realojado en cinco campamentos repartidos por la capital, agrupados en clanes familiares.

En la reunión de esta tarde, a la que asistirán la Delegación del Gobierno, el Ayuntamiento y las ONGs, se elegirán cinco lugares en Madrid que cuenten con todos lo servicios básicos y donde los 280 rumanos puedan vivir dignamente.

En esos campamentos, según Cruz Roja, se garantizará la asistencia social, sanitaria y educativas de todas la personas de este campamento.

Finalmente, Joaquín Pérez señaló que Cruz Roja seguirá trabajando con este colectivo, una vez que se haya decidido su ubicación.