El Gobierno comunicó el pasado 19 de diciembre su decisión de no imponer un nuevo periodo transitorio a la libre circulación de trabajadores por cuenta ajena a búlgaros y rumanos.

Con el fin de esta moratoria de dos años, los más de 700.000 rumanos y más de 150.000 búlgaros que trabajan en España no necesitarán a partir de mañana un permiso de residencia, al igual que ocurre con el resto de los Estados miembros de la Unión Europea.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, explicó entonces que el Ejecutivo levanta la moratoria a trabajadores búlgaros y rumanos "por considerar que no tiene incidencia en estos momentos en materia laboral".

Por su parte, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, subrayó que mantener esta moratoria "no tenía mucho sentido", ya que los gobiernos rumano y búlgaro están impulsando medidas para que sus emigrantes regresen a su país.

Corbacho explicó que el Gobierno realizará dentro de seis meses un balance para conocer si el final de la moratoria ha provocado algún efecto negativo, "que creemos que no".

AGRADECEN LA "GALLARDÍA"

Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones Rumanas en España (Fedrom), Miguel Fonda Stefanescu, ha agradecido al Gobierno español su "gallardía" por levantar esta moratoria a los trabajadores rumanos.

Stefanescu concluyó que la libre circulación de trabajadores procedentes de Rumanía en España "no tendrá consecuencias visibles".