"Me gustaría traer la solución a vuestros problemas, pero no soy un mecenas que llega con una varita mágica capaz de solventarlo todo", dijo Ruiz-Mateos a los jugadores del Recreativo nada más llegar, ayer, al vestuario del estadio colombino, donde mantienen desde el jueves de la pasada semana un encierro en demanda de que se les bone la deuda que el club tiene contraída con ellos y que asciende a un millón de pesetas por persona.

"Antes de prometer nada", prosiguió Ruiz-Mateos, "debo tomar contactos con las autoridades y fuerzas vivas de Huelva para entre todos intentar buscar la salvación de este simpático club".

Un millar de aficionados esperaban, desde bastante antes de la nueve de la noche, la llegada del empresario a las dependencias del colombino y al grito de "!Superman!, !Superman!" recibieron a Ruiz-Mateos, que ctualmente es apoderado del Rayo Vallecano.

Inmediatamente, el empresario comenzó a dialogar con los jugadores y técnicos y en tono jocoso señaló que "no tienen mal aspecto, a pesar del encierro".

Asimismo, Ruiz-Mateos se interesó por el jugador más joven, el guardameta David, que recibió del empresario jerezano palabras de ánimo, al igual que hizo con el jugador más veterano, Malaver.