El abogado del empresario jerezano, Marcos García Montes, remitió un escrito en ese sentido a la Sala de lo Penal número 4, donde se celebra el juicio, miutos antes de que la celebración de la vista.

Por cuestiones formales, Ruíz-Mateos debe ratificar en las próximas horas el escrito de desestimiento, para garantizar su legalidad y poder reiniciarse el juicio, razón por la que el juicio tuvo que ser aplazado.

El abogado defensor de Juan Guerra, Antonio Mates, dijo que la actitud de Ruiz Mateos "es un ejercicio de sensatez que querría que hicieran también las demas acusaciones". El Partido Andalucista (PA) e Izquierda Unida (IU) mantienen sus acusaiones particulares.

A su llegada a la Audiencia Provincial, el abogado de Juan Guerra se mostró convencido de la absolución de su defendido, al no haber pruebas de que haya cometido los delitos de que se le acusa.

Juan Guerra y sus socios Garrido López y López Martín están acusados de un presunto delito de maquinación para alterar el precio de las cosas, delito contra la Hacienda pública, falsedad de documentos públicos y estafas.

Según la acusación, Guerra, Garrido y López habrían conseguid subvenciones oficiales por valor de más de 145 millones de pesetas para la empresa Construcción Modular Andaluza SA (COMASA).

Su intención, de acuerdo con los acusadores, era la contrucción de un hotel de lujo por valor de 800 millones de pesetas en Sevilla, con un capital social de 3 millones de pesetas. La acusación particular mantiene que Guerra y sus socios ocultaban una operación inmobiliaria de venta a terceros.

Juan Guerra no quiso hacer ninguna declaración a los periodistas y dijo que la hará cuando concluya el jucio. Por su parte, su abogado aseguró que la absolución es segura.

"La acusación por pedir que no quede", dijo Mates, "pero es absurdo. No se tenía que haber celebrado este juicio, porque no hay base para acusación alguna". Por su parte, la acusación particular pide 4 años y dos meses para Juan Guerra y sus socios.