Las acusaciones son producto, según explicó Ruiz-Mateos, de que está cansado del poder judicial español. "Me siento totalmente indefenso ante el fallo del Tribunal Constitucional", que, señaló, "lo que quiere es tomarme el pelo".

Según sus abogados, el Tribunal Constitucional no ha respetado el derecho de su defendido a un juicio justo, "como obiga y ordena el Tribunal Europeo de Derechos Humanos".

Por ello, llamó al Tribunal Constitucional "tribunal de indefensión", para añadir: "El Supremo es el teatro supremo, y la Audiencia Nacional, que por eso me fui, porque no creo en ella, es algo así como la Gestapo", porque "todos están subordinados al poder, y no actúan debidamente y como corresponde"

"Lo que pasa", dijo, "es que los jueces son unos caraduras de muchos cuidado, y yo tengo tiempo para ridiculizarlos cada día y de la forma que ueda". "La gente está falta de que le amenicen esta etapa tan mala que estamos atravesando. La gente está triste, le gusta que alguien con humor andaluz les entretenga y yo lo voy a hacer, pero siempre, ridiculizando a la justicia, a ver si aprende".

Con respecto a Mario Conde y la intervención del Banesto, dijo que sigue los mismos caminos legales que él siguió en su tiempo con Rumasa. "¿Y cómo le está saliendo?", se preguntó, antes de aconsejar a Conde que "no pierda el tiempo en defender lo que tena que defender".

Si fuera necesario, señaló que está dispuesto a "prestarle mi colección de disfraces para que no dilate más esas actuaciones, porque por la otra vía no se va a saber absolutamente nada, y morirá de un infarto o le explotará el hígado".