En declaraciones a Servimedia, Ruiz-Giménez, bajo cuyo mandato Manuel Aznar entró a formar parte de esta institución, afirmó que "su imparcialidad y objetividad están emostradas a lo largo de muchos años en la institución del Defensor, y por consiguiente me apena que su candidatura no haya properado".

Ruiz-Giménez añadió que el hecho de que Manuel Aznar haya renunciado a "algo que le ilusionaba y que era un posible derecho después de un trabajo muy serio de años", acrecienta su imagen "de honra, de rectitud y de sentido de la realidad".

Para el ex Defensor del Pueblo, la renuncia de Aznar es un "gesto de gallardía" y "de hombría de bien", de "alguien que no quere perjudicar ni a la imagen de la institución del Defensor, ni al Gobierno, ni al presidente del Gobierno".

Manuel Aznar entró a trabajar en la institución del Defensor del Pueblo bajo el mandato de Ruiz-Giménez, quien asegura que se le nombró "con pleno consentimiento" de los otros adjuntos que entonces había, Alvaro Gil Robles y Margarita Retuerto.

Ruiz-Giménez explicó que el nombramiento de Aznar se hizo por consenso entre la Junta de la institución, formada por el propio Defensor, los dos ajuntos y el secretario general.