"Qiero ser alcalde de Madrid", asegura Gallardón en una entrevista publicada hoy por el diario El País, "pero en todo caso, no voy a dejar de trabajar por los madrileños esté donde esté, de eso no hay la más mínima duda".

Gallardón asegura que "Rodríguez Zapatero y yo sabemos que tras las elecciones no ha ocurrido nada de lo que él quería que pasase en Madrid". Se muestra contento porque "desde el Ayuntamiento se puede hacer mucha política", y asegura que los madrileños la notarán desde el mismo día de u posesión del cargo porque "se puede percibir un discurso, un gesto, un talante".

En todo momento el político madrileño se muestra agradecido al presidente del Gobierno, José María Aznar, porque "me ha dado la oportunidad, yo lo agradezco, pero ahora tengo que demostrar si soy capaz o no de aprovecharla".

En referencia a los rumores que apuntan a que él será el sucesor de Aznar en las elecciones generales de 2004, Gallardón asegura que "no voy a mover un dedo para estar el 1 de octubre en un lugr distinto", pero también afirma que le parece frívolo tanto "contestar que sí como que no" a esta pregunta, ya que una decisión así "exige una reflexión profunda".

"Quien sea el candidato a la presidencia de 2004 debe hacer un análisis del papel que ha hecho Aznar en el último año", añade el nuevo alcalde de Madrid, que además cree que quien sea el candidato "va a necesitar a José María Aznar para ganar las elecciones".

Por último, Ruiz-Gallardón se refiere al líder de la oposición, José Luis Roríguez Zapatero, como un político que "con toda sinceridad, nunca le he visto debatir. A Zapatero le he visto exponer, le he visto replicar, le he visto contrarreplicar. Nada de eso es un debate". Sin embargo, para Gallardón existen otros políticos del PSOE con los que reconoce "que tengo las mismas posibilidades de ganar que de perder, sobre todo por sus habilidades dialécticas", que son José Bono y Joaquín Leguina, este último "por la profundidad con la que estructura el pensamiento".