En declaraciones a Cope, Ruiz-Gallardón ha afirmado que tiene la certeza de contar con el apoyo del PP a su gestión en el Consistorio madrileño, pese a las voces críticas que se han opuesto a la anunciada subida del IBI.

El edil asegura que no seguiría siendo "ni un minuto alcalde de Madrid si no tuviera el apoyo de mi partido y si a mí no me poyasen en todas las políticas el presidente del Gobierno, a quien debo haber sido candidato, y el secretario general del partido, Mariano Rajoy".

Alberto Ruiz Gallardón rechaza la existencia de discrepancias con el vicepresidente primero y ministro de Economía, Rodrigo Rato, en torno a la política fiscal del Ayuntamiento. En este punto, ha sostenido que sus proyectos son "los que necesita esta ciudad para el siglo XXI".

Ello implica "no hacer más, sino hacer muchísimo más, con mucho menos de lo ue fuera necesario si no administrásemos con un criterio de eficiencia como estamos haciendo y hemos demostrado en la Comunidad". Por eso, ha negado que pueda haber "ningún tipo de contradicción entre el discurso de Rodrigo Rato y la política que estamos aplicando en el Ayuntamiento".

El alcalde ha descartado que las declaraciones de Rato en las que remitía a la política del ex alcalde Álvarez del Manzano -"más por menos"- reflejen cuentas pendientes entre ambos. "No tengo cuentas pendientes con Rato.Si alguna cuenta tuviese con él, sería de gratitud. Tampoco creo que tenga cuentas pendientes conmigo. Hemos contado con él durante estos años en el Gobierno de la Comunidad. Siempre que le hemos pedido un apoyo lo hemos tenido, no sólo político, sino también en la gestión".

"He hecho muchas cosas en política", prosiguió, "pero nunca me he cruzado en un camino contradictorio con lo que haya podido hacer Rato".

Ruiz Gallardón ha hecho una defensa de sus proyectos para el Ayuntamiento de Madrid. "Hce un año, mis compañeros de partido me pidieron que asumiese una candidatura para la Alcaldía de Madrid. No me pidieron que fuera alcalde para dejar las cosas como estaban, ni me pidieron que dejase la Comunidad para dar una continuidad, sino para hacer en el Ayuntamiento las políticas que habíamos hecho en la Comunidad".

Según ha explicado, ello se ha traducido en "un programa electoral que es un contrato con los ciudadanos de Madrid, un programa donde anunciamos todas las medidas que estamos aplicado y donde dijimos que no íbamos a tener a los ciudadanos resignados, que creíamos en las potencialidades de Madrid. Si queríamos identificar una España moderna y pujante, necesitábamos un esfuerzo colectivo para colocarnos en esa situación de vanguardia".

En este punto, se ha mostrado convencido de que "esta ambición colectiva de hacer de Madrid una gran ciudad dentro de nuestra comunidad y de una España pujante necesita el esfuerzo y sacrificio de todos en aquellas partes que significan solidaridad e contribución", en referencia a las medidas que supondrán un aumento de los impuestos.

DEFENSA DEL RECARGO

El alcalde madrileño ha defendido la aplicación de un recargo (del 50 por ciento) en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para los propietarios de viviendas vacías. Frente a las críticas, ha recordado es una medida prevista en el programa electoral, concretamente en la página 297.

Ha rechazado las críticas del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, porque "carece de cualquier legiimidad para hacer una crítica, pues es lo mismo que se ha hecho en Barcelona y Sevilla". En su opinión, estas críticas son "puro oportunismo" con el que "juega a intentar confundir".

Gallardón ha explicado que este recargo no se aplicará hasta que no exista un desarrollo reglamentario de la Ley de Haciendas Locales que haga una definición de vivienda desocupada. "Precisamente por eso, no se ha programado para el presupuesto del 2004, sí para el 2005, ningún tipo de ingreso adicional como consecuencia el concepto de vivienda desocupada".

Además, ha minimizado la actualización del IBI. "Hemos mantenido los tipos que estaban, que es de los más bajos de España. Carecería de sentido que a la hora de pagar el impuesto de la renta del 2004 lo hiciéramos en función de la renta del año 89. No tiene tampoco justificación que al pagar el IBI del 2004 se apliquen valores catastrales del 89. Lo que no se pide para un impuesto no se puede pedir tampoco para el otro".

En cuanto a la incorporación de más de n centenar de nuevos asesores, ha explicado que se ha limitado a anticipar una medida prevista por el Gobierno en la llamada Ley de Grandes Ciudades. "Madrid es una ciudad de más de tres millones de habitantes con un presupuesto muy importante. El Gobierno, en esa ley, establece las posibilidades de que esa Administración se gestionen no con asesores, sino con un auténtico cuerpo ejecutivo del que tienen que responder los políticos".

Por último, Gallardón ha negado que la Comunidad de Madrid haya hech ninguna gestión con Herrero de Miñón para la recalificación de una finca de la familia Franco que le reportó seis millones de euros en plusvalías.

"No se hizo una recalificación de una finca, sino de todo el municipio de Arroyomolinos" a propuesta del Ayuntamiento de la localidad. "No existe irregularidad en la actuación de la administración. Las comunidades autónomas no gestionan con los particulares, sino con los ayuntamientos", insistió.