Posadas explicó: "yo estoy bien, aguntando al tirón y esperanzada de que todo se resuelva, porque creo que, al final, se tiene que imponer el sentido común. Vivimos en un Estado de Derecho y no se pueden atropellar las leyes del modo que se están atropellando en el caso de mi marido. Creo que al final se pondrá todo en su sitio".

Agregó que le gustaría mucho visitar a su marido y que espera que el sabado le dejen visitarle, no sólo "para darle ánimos y porque tengo muchas ganas de verle, sino porque ni siquiera hemos podido hacerle llegr un reloj y ropa". Además, le ha comprado a su marido el libro "Las memorias de Bioy Casares".

Preguntada sobre si cree que la situación de su marido es una consecuencia de la llamada "cultura del pelotazo", respondió que "me imagino que usted se está refiriendo a los casos de don Mario Conde, de Javier de la Rosa, etc. Creo que las diferencias son obvias".

"Estos señores tiene un nivel de vida que no es el nuestro en absoluto", agregó, "Se mueven en jet particular, tienen barcos, fincas...Eso e lo que yo considero 'la cultura del pelotazo'. Nosotros vivimos de una manera digna. Es cierto que tenemos una casa agradable y que yo tengo un coche y mi marido otro, pero no tenemos más bienes. O sea, yo no creo que se nos pueda incluir en la 'cultura del pelotazo'".

"Cualquier persona", subrayó, "que tenga sentido común se da cuenta de que si mi marido hubiera querido enriquecerse de una manera ilícita lo hubiera hecho a los bestia. O sea, hubiera podido hacer muchísimo dinero en su puesto. Jamás a utlilizado su cargo de gobernador del Banco de España para hacerse rico. Creo que esas cosas se ven".

Carmen Posadas concluyó diciendo que "no hay nada tan obvio como la forma en que viven las personas. Nosotros tenemos una situación agradable, pero en ningún caso estamos hablando de lo que se habla en otros casos, de barcos, fincas, etc. Nosotros vivimos de una manera digna y bien".