Piqué, que asistió esta tarde a la capilla ardiente del fallecido, situada en la sede socialista de Bilbao, recordó los "tantísimos años que Rubial pasó en la cárcel por defender la libertad y la capacidad de autogobierno de Euskadi".

"Es una pérdida muy sensible", dijo el portavoz del Ejecutivo, quien expresó su ésame a los familiares de Rubial, a los socialistas en general y a todos los que, por ser también defensores de la democracia, sienten su muerte.

La calle Ercilla, donde se encuentra la sede socialista de Bilbao, fue cerrada al tráfico desde por la mañana, y por ella han ido pasando numerosas personalidades de la vida política que se acercan a despedir al presidente del PSOE.

A la capilla ardiente han acudido ya, además de dirigentes socialistas, entre ellos su secretario general, Joaquín Almunia miembros del Gobierno; del PP, como su presidente en el País Vasco, Carlos Iturgáiz; del PNV, entre ellos su presidente, Xavier Arzalluz; y de IU, como Javier Madrazo.