RUBENACH INSINUA QUE LA GUARDIA CIVIL MATO A LOS ETARRAS DESCUBIERTOS EN LA FOZ DE LUMBIER

MADRID
SERVIMEDIA

El etarra Germán Rubenach, que fue juzgado hoy en la Audiencia Nacional como autor del atentado de la Foz de Lumbier (Navarra), en el que murió un guardia civil y terminó con el presunto suicidio de los terroristas Jun María Lizarralde y Susana Arregui, insinuó ante el tribunal que sus compañeros murieron a manos de los agentes de la Benemérita.

El fiscal pide un total de 122 años por estos hechos ocurridos en junio de 1990, por los que también fue procesado Juan José Zubieta, acusado de realizar tareas de vigilancia, información y transporte para la comisión de la acción.

Rubenach, que fue encontrado la misma noche en que ocurrieron los hechos herido de gravedad, reconoció ante el tribunal que él y otros miltantes de ETA preparaban el atentado, cuando fueron sorprendidos por una patrulla de la Guardia Civil formada por el sargento José Luis Hervás y otro agente.

Según su testimonio, el sargento iba armado y les pidió la documentación "cuando le quitamos la pistola y un miembro de ETA le ejecutó". Luego, entregó el arma arrebatada al guardia a Susana Arregui y hubo un tiroteo con otros dos miembros de la Benemérita, que acudieron en auxilio de la patrulla, y en el que resultó herido el sargento José Domínuez Piris.

Rubenach relató que corría detrás de sus compañeros cuando recibió un impacto de bala en la rodilla, en el mismo momento en que intentaba sacar otra pistola de su mochila.

Añadió que perdió la consciencia por lo que ignoraba lo que ocurrió después, aunque explicó que se despertó días más tarde en el hospital con un tiro "a modo de remate" en la cabeza. "Viendo el resultado resultado de mis compañeros y cómo se está desinformando de lo que sucedió, sé de dónde vienen", aventuró.

Si embargo, los agentes que encontraron a Rubenach aseguraron que el terrorista estaba consciente y se mantenía en pie. Según explicaron otros testigos, los cuerpos de Susana Arregui y José María Lizarralde aparecieron a la mañana siguiente junto al río, a escasos metros de donde hallaron a Rubenach.

El etarra tiene otro sumario abierto en el que se le acusa de auxilio al suicido, ya que, según las declaraciones que hizo cuando aún se encontraba convaleciente en el hospital, los terroristas se dispararo entre sí cuando al verse acorralados, lo que negó hoy asegurando que fue sometido a presiones.

Por su parte, Juan José Zubieta confirmó que llevó hasta el lugar a los miembros del "comando", aunque ignoraba lo que iban a hacer. El procesado huyó a Francia tras conocer lo sucedido y fue detenido en mayo de 1991 en Barcelona, tras la desarticulación del grupo que atentó contra la casa cuartel de Vic.

El fiscal pidió para él un total de 65 años de prisión por delitos de pertenencia a banda armada, tentado, asesinato frustrado y tenencia ilícita de armas, solicitud que se rebaja a 57 años en el caso de Rubenach, al haber sido ya condenado por su integración en ETA.

(SERVIMEDIA)
26 Mayo 1992
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