Múgica hace esta afirmación en un artículo, recogido por Servimedia, que aparece publicado en el último número de la revista de la Fundación Víctimas del Terrorismo.

En este texto, que lleva por título "La suerte de algunas víctimas del terrorismo", el hijo del político asesinado comenta la figura del asesino de su padre, el etarra "Txapote", respecto al que dice que su gesto altivo al ser juzgado en la Audiencia Nacional ha merecido el rechazo de la mayoría de los españoles.

En este contexto, Múgica se refiere a que la mayoría de la población "sin saber nada de venganzas, tampoco sabe de olvido ni perdón" respecto a terroristas como éste.

A este respecto, añade que, para plantearse el olvido o el perdón a etarras como "Txapote", ya están "los políticos instalados en la equidistancia, corrompidos desde su preocupación por no llamar a las cosas por su nombre, relativizando la inmensa gravedad de cada crimen".

"En eso", afirma, "no están solos los jerarcas del régimen nacionalista; desde hace años, les acompaña una flota de idiotas morales como Jesús Eguiguren, Gemma Zabaleta u Odón Elorza, por citar sólo a algunos".

Según Múgica, políticos como los anteriores, pertenecientes los tres al PSE, "gesticulaban solemnemente cada vez que se producía un asesinato, pero inmediatamente después corrían a hablar a escondidas con la gentuza de Batasuna, ofreciendo pactos indeseables a los criminales y asumiendo ante ellos sucios compromisos".

A este respecto, esta víctima se queja que estos representantes de los ciudadanos hablen luego "pomposamente" de "que lo suyo es querer salvar vidas; como si los demás fueramos 'Jack el Destripador'".