"Tenemos que sacar conclusiones pero debemos hacerlo con prudencia, con cautela y con reflexión que es lo que estamos haciendo", dijo.

Según Rubalcaba, el PSOE y el Ejecutivo se encuentran en período de reflexión y será la Comisión Ejecutiva del partido la quetomará "las decisiones oportunas en relación con el resultado electoral".

El ministro desmintió que en la reunión de la Permanente del pasado lunes algunos dirigentes socialistas pidieran al presidente una remodelación del Gobieron. "Ayer hubo una declaración explícita del secretario de Organización del partido en relación con lo que se trató en esa Permanente y a eso debemos atenernos".

En su comparecencia pública de ayer, el secretario de Organización socialista, Cipriá Ciscar, aseguró que ningn miembro de la Permanente había sugerido a González que hiciera un cambio de Gobierno, extremo que fue confirmado horas mas tarde por algunos asistentes a la reunión.

El dirigente socialista aseguró que el Gobierno "está abordando en su acción política cotidiana los dos problemas más importantes que tiene el país, que son la corrupción y la lucha contra la crisis económica. En este campo hemos tenido buenas noticias porque ha descendido el paro".

Tras estas breves declaraciones el ministro se reistió a dar su opinión sobre la posible presentación de una cuestión de confianza o sobre una eventual remodelación del Gobierno y se marchó diciendo a los periodistas, "les aseguro que no me van a sacar ni una coma más".

El paso de varios ministros por el Pleno del Senado para someterse a la habitual sesión de control al Gobierno no ha despejado las dudas sobre las medidas que tomará el presidente para recuperar la confianza de los elecotores.

Parecía haber un pacto tácito de silencio entre los iembros del Gabinete que esperan el regreso de Felipe González de la cumbre Iberoamericana para conocer su decisión sobre el cambio de Gobierno.

Más o menos locuaces, todos los ministros contestaron a las preguntas de los informadores a excepción del ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, quién cruzó como una exhalación el pasillo perseguido por una nube de micrófonos y cámaras de televisión, sin conseguir de él ni una sola palabra.