La reunión tuvo lugar en la tarde de ayer en la sala de Gobierno del Congreso de los Diputados y fue "breve". Según fuentesconocedoras del contenido del encuentro, el titular de Interior atribuyó las amenzas de ETA de las últimas semanas a la dificultad de la banda para justificar su renuncia a las armas ante sus fieles.

Rubalcaba se mostró más tranquilo que en la conversación telefónica que mantuvo con Puigcercós el pasado lunes en relación a la irrupción de un grupo de pistoleros en un acto de homenaje a los "gudari" vascos en Oiartzun, en el que advirtieron que ETA no renuncia a la lucha armada e hicieron disparos al aire.

En síntesis, la reunión de ayer en el Congreso tuvo un contenido parecido al de la conversación telefónica que ambos mantuvieron el pasado lunes y en la que Rubalcaba informó a ERC del aplazamiento del encuentro formal que Interior tenía previsto con los grupos parlementarios para explicarles la marcha del proceso de paz.

En este segundo contacto, tanto Rubalcaba como Puigcercós restaron importancia a los hechos de Oiartzun y desdramatizaron las amenazas proferidas por los supuestos etarras. El ministro no entró a analizar si los encapuchados hablaban en nombre de la dirección de la banda o actuaban por su cuenta.

Para Puigcercós, lo importante es mantener la serenidad y seguir trabajando en la consecución de la paz en el País Vasco, por lo que ofreció el apoyo de ERC al Gobierno en esta tarea y le garantizó su lealtad en esta materia.

El Gobierno entiende que, mientras ETA no sea capaz de convencer a todos sus miembros de que el proceso de paz es irreversible y de que su disolución no tiene alternativa, se seguirán produciendo episodios como el del pasado fin de semana y, por tanto, prevé una "ralentización" del proceso en los próximos meses.