Rubalcaba y el "número dos" del PP se cruzaron acusaciones sobre la participación de sus partidos en actos de transfuguismo político y la falta de disposición de éstos a llegar a un acuerdo para la regeneración de la vida política del país.

La confrontación surgió cuando tomó la palabra el secretario general del PP e hizo un balance, en términos muy negativos, sobr la gestión del Ejecutivo desde los comicios de junio. Cascos habló de un gobierno "débil", sin un proyecto político de Estado y que periódicamente pone de manifiesto su disposición a ceder a las presiones nacionalistas.

"Un día se le saca provecho en la cesión del 15 por ciento del IRPF y otro se le reclaman nuevas competencias que suponen la negación de los principios constitucionales en los que se asienta el Estado de las autonomías", denunció Cascos.

Sobre el "impulso democrático" propuesto pr el Gobierno, criticó lo que entiende como "prisas" de los socialistas por proceder sólo a la renovación de las vacantes constitucionales que le interesan.

Dijo que mientras en el caso del Defensor del Pueblo o el Consejo del Poder Judicial, el PSOE tiene mucha prisa por la renovación inmediata, no ocurre lo mismo con el Consejo de Administración de RTVE, cuyo mandato ha expirado pero los socialistas quieren renovarlo después de haber reformado el estatuto del ente público.

Cascos puso en cuestin la voluntad de regeneración ética del PSOE y se refirió al modo en que el PSOE llegó al Gobierno de Aragón gracias al voto de un tránsfuga del PP.

En relación con el denominado pacto social, aludió a él como "una promesa incumplida más por parte del Gobierno" cuyo fracaso ha conducido a otra huelga general contra el Gobierno socialista.

"PESADISIMA DIGESTION"

Rubalcaba lamentó la intervención de Alvarez Cascos, al considerar que el acto, en el que se presentaban varios libros sobre el sistemalegislativo y judicial, no era el lugar idóneo para entablar una polémica de estas características.

Sin embargo, no eludió responder con duros términos a su interlocutor y dijo, en tono irónico, que el PP está haciendo "una pesadísima digestión" de las elecciones, "para la que no caben ni 'AlKa Seltzer' ni bicarbonatos".

En respuesta a las críticas sobre transfuguismo, destacó que el último caso aparecido en los medios de comunicación es el del Ayuntamiento de Mojácar (Almería), en el que el PP h accedido al gobierno municipal gracias al voto de un concejal del PSOE. "El PP", dijo el ministro, "debería ser más cauteloso al hablar sobre esta práctica detestable".

Denunció la contradicción en que incurre el PP al criticar al Ejecutivo por el pacto social, ya que primero le acusó de utilizarlo como "burladero" y después le reprocha su fracaso.

Rubalcaba negó, además, que el Gobierno sea débil, como dicen los populares, y afirmó con rotundidad que "goza de buena salud y bien lo sabe el PP, anque lo sufre".

En lo único que trató de limar asperezas fue en el capítulo del "impulso democrático", del que aseguró que el Gobierno y el PSOE confían en alcanzar un acuerdo con el PP y el resto de la oposición en las próximas semanas.