"¿La pregunta es si algún inmigrante ha perdido derechos por la aplicación de la directiva? La respuesta es no. ¿Y alguno ha ganado? La respuesta es muchos millones", dijo Rubalcaba en declaraciones a la Ser recogidas por Servimedia.

Por ello, Pérez Rubalcaba rechazó tajantemente que ésta pueda ser llamada la directiva "de la vergüenza", como algunos la han bautizado.

En su opinión, "la vergüenza es que no tuviéramos directiva" y que "hubiera siete países en Europa donde alguien pudiera estar internado indefinidamente simplemente por el hecho de ser inmigrante ilegal".

"La vergüenza es que hubiera muchos países en Europa donde un inmigrante ilegal que está en proceso de expulsión no tenga asistencia letrada o no tenga asistencia lingüística para poder defenderse", añadió.

El ministro señaló que esa situación se estaba produciendo desde hacía "muchos años" sin que pasara "nada", por lo que era necesaria una norma común que obligara a esos países a establecer garantías. En su opinión, "es mejor que haya una directiva como ésta a que no haya ninguna".

Tras asegurar que se trata de una directiva "de mínimos", Rubalcaba añadió: "Tenemos por primera vez una norma común que a nosotros nos permite estar como estamos -somos uno de los países más garantistas de Europa-, y a ocho países que no tenían garantías les obliga a ponerlas".

Para el ministro, alguien debería preguntarse por qué España tiene "tan buena relación" con países como Mali, Mauritania, Senegal, Marruecos o Argelia, y por qué le aceptan vuelos de repatriación que no le permiten al resto de Europa.

"Porque tenemos una política pactada con esos países, porque entendemos su problema, porque tratamos de darles cupos de inmigración legal para que los jóvenes no se vean obligados a ir a través de las mafias, porque les damos ayuda policial para controlar la inmigración ilegal que ellos tampoco quieren", respondió Rubalcaba, para quien España tiene una política de inmigración que Europa debería adoptar.