En una rueda de prensa en la sede socialista de Ferraz, Pérez Rubalcaba denunció que "el PP ha subido un peldaño más en su política de intento de sacar rédito partidario a la política antiterrorista", lo que deja en papel mojado la "pretensión post veraniega" del presidente popular, Mariano Rajoy, de hacer una "oposición prudente".

Expresó la "repulsa y desprecio" del PSOE y el conjunto de los españoles a la última acción de la banda terrorista, a la que exigió que "deje de matar". En la línea de las palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en Nueva York, dijo que "el fin de ETA es un proceso largo, duro y difícil", pero pidió "confianza en que ese fin se va a producir".

Reiteró que, aunque la "eficacia policial es muy alta", y desde que los socialistas asumieron el Gobierno se ha puesto a disposición de la justicia a casi 200 presuntos etarras, "no es menos cierto que la banda conserva capacidad operativa, por lo que no hay que bajar la guardia".