Leguina declaró que una operación de tan largo alcance "ni se prepara ni se decide en un corto espacio de tiempo, por lo cual es evidente que esta operación se ha ocultado".

El diputado socialista aseguró que lo positivo de la operación empieza y acaba en la idea de que una televisión públic potente y moderna debe entrar en los nuevos sistemas de comunicación.

A partir de ahí, dijo Leguina, todo está lleno de interrogantes. Por ejemplo, el papel económico e ideológico que juegan en la operación "ciertas personas ligadas a la derecha española, especialmente caracterizadas por su falta de objetividad".

A su juicio, el Consejo de Administración de RTVE y la comisión de control parlamentaria deberían haber sido informadas por el Gobierno hace mucho tiempo.

"Al día de hoy", aseguró,"hay demasiadas cosas ocultas, que nos hacen pensar que detrás de todo ello se encierran objetivos que nada tienen que ver con un mejor futuro para la televisión pública ni con la presencia de España en el ámbito de la comunicación en lengua española".