Los créditos tienen como objetivo atender fundamentalmente deudas u obligaciones pendientes de años anteriores a 1996, que según el Gobierno ascienden a 26.655 millones de pesetas. Además, se deberá hacer frente al incremento de gastos producidos en el presupuesto de 1996, quie asciende a 8.070 millones de pesetas.

El vicepresidnte primero del Gobierno, Francisco Alvarez Cascos, aseguró que con el respaldo parlamentario al crédito "se puede mirar ahora al futuro y ya no es necesario mirar al pasado".

Alvarez Cascos manifestó que, con medidas como ésta, el Gobierno del PP contribuye a "poner fin a los malos hábitos" que se registraron en la etapa de gestión del PSOE en el ente público.

"Auguro un futuro brillante para Radiotelevisión Española", remarcó el vicepresidente, "sin condicionantes del pasado y desde el ofreciminto de diálogo y consenso a los partidos y a los sindicatos".

EL PSOE, EN CONTRA

El portavoz del PSOE, Luis Alberto Aguiriano, dijo que su partido no apoya el decreto porque, tras seis meses de gobierno, el PP no negocia y está actuando justo al contrario de lo que prometieron en su día respecto a RTVE: ni bajan costes, ni aumentan los ingresos, ni reducen altos cargos, ni hay más transparencia, como anunciaron.

Felipe Alcaraz, de Izquierda Unida, mantuvo que con este decreto, el Ejecutivo ha pesto al Parlamento "entre la espada y la pared", pero su coalición vota a favor porque es necesario para el futuro de los miles de trabajadores del ente.

Todos los grupos apoyaron el decreto, excepto el socialista, que votó en contra, y un diputado del Grupo Mixto, que se abstuvo.