ROUCO TEME QUE LA ASIGNATURA "EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA" CONTRADIGA LAS CONVICCIONES DE LOS PADRES
- Mañana se celebra la XXI Jornada Diocesana de Enseñanza
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El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela,ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que la nueva asignatura "Educación para la ciudadanía", que será introducida por la Ley Orgánica de Educación (LOE), suponga una imposición contraria a las convicciones de los padres de los alumnos.
En una carta pastoral difundida con motivo de la celebración, mañana, de la XXI Jornada Diocesana de Enseñanza, que este año tiene como lema "Familia y escuela en diálogo educativo", Rouco señala que "hay motivos para estar preocupados" por el tratamiento que la LOE confiere a cuestiones como la libertad de enseñanza o la posibilidad de los padres de elegir el modelo educativo que desean para sus hijos.
El cardenal llama la atención ante los riesgos que, a su juicio, entraña la nueva asignatura de "Educación para la ciudadanía", por lo que "puede suponer de imposición a los alumnos, por parte del Estado, de una formación moral contraria a las convicciones morales y religiosas de los padres, primeros educadores de sus hijos".
Asimismo, el arzobispo de Madrid critica la "deficiente presencia de la enseñanza religiosa escolar, que sigue sin alcanzar el estatuto de materia equiparable al resto de asignaturas fundamentales". "Difícilmente se va a conseguir así la necesaria estabilidad del sistema educativo, sometido a los vaivenes de la alternancia política".
Esta estabilidad, según el Arzobispado, es indispensable para "adoptar las medidas efectivas que permitan acabar con el elevado porcentaje de fracaso escolar y lograr una mejora de la calidad educativa en todo el sistema escolar".
FAMILIA Y ESCUELA
Rouco Varela indica también que la familia, como responsable primera de la educación de los hijos, "tiene todo el derecho a intervenir en la educación escolar, eligiendo el tipo de escuela que mejor responde a su modelo educativo".
A su vez, la escuela "no debe relegar al ámbito privado las creencias morales y religiosas de los alumnos, pues éstas tienen suma importancia a la hora de configurar plenamente su personalidad y han de poder ser estudiadas en el ámbito escolar de acuerdo con las convicciones morales y religiosas de sus padres".
El cardenal señala que "familia y escuela son dos realidades que no pueden caminar ignorándose mutuamente, pues los niños y jóvenes requieren del esfuerzo compartido de ambas instituciones".
Por ello, el objetivo de la Jornada Diocesana de Enseñanza de mañana es procurar "la decidida colaboración de padres y profesores en la consecución de un proyecto educativo común que permita a las nuevas generaciones conseguir la deseada formación integral".
(SERVIMEDIA)
10 Mar 2006
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