Tras la llegada de De la Rosa a los Juzgados, con gafas de sol y acompañado por dos policías, un numeroso grupo de agentes de este cuerpo acudió al edificio para extremar las medidas de seguridad, según las mismas fuentes.

El juez ya ha comenzado a revisar parte de la ocumentación confiscada ayer durante las 13 horas que duraron los registros realizados en diversas sedes de empresas relacionadas con el financiero.

En las oficinas de la sociedad Grand Tibidabo, presidida por De la Rosa hasta hace unos meses, los registros prosiguieron hoy con los trabajos de copia informática de la compañía, después de que la comisión judicial bloqueara durante toda la mañana los ordenadores para evitar problemas.

Por otro lado, el abogado del financiero, Joan Piqué Vidal, consderó que la detención de su cliente había sido "excesiva" y que "lo lógico" hubiera sido simplemente citarle a declarar. El letrado añadió que había recomendado a De la Rosa que colaborara con la justicia "si no tiene nada que ocultar".

Piqué Vidal explicó, poco antes de que el empresario fuera detenido en el parking cercano al edificio de los Juzgados de Barcelona, en el Paseo Lluís Companys, que no exiten pruebas incriminatorias contra el financiero y que justifiquen su detención y su ingreso en priión, tal y como ha pedido la Fiscalía de Cataluña.

Sobre las denuncias presentadas por un grupo de pequeños accionistas de Grand Tibidabo, señaló que "cuando un inversor no gana dinero se disgusta".