Rosa Díez, que participó en unas jornadas de debate sobre la Constitución de la Unión Europea, se pronunció así al ser preguntada sobre la posibilidad de que se abra un proceso de diálogo hacia la paz en el País Vasco.

"Con ETA o con Batasuna sólo se puede hablar de cuándo y dónde dejan las armas, y no a partir de una tregua indefinida, sino de una declaración en la que se pueda constatar un final definitivo del terrorismo", dijo.

Precisó, además, que esa constatación no debe ser un obetivo de máximos para el Gobierno, sino una posición de mínimos exigibles.

Rosa Díez expuso esta exigencia, pero se mostró también convencida de que ésa es la posición del Gobierno y la del líder de la oposición. Mariano Rajoy, sentenció, defiende eso mismo, aunque lo haga "con otras palabras" y, por supuesto, "intentando ocupar un espacio, porque es su papel".

La eurodiputada socialista rechazó cualquier posibilidad de legalizar a Batasuna antes de las próximas elecciones autonómicas en Euskadi, al recordar que ese partido no fue ilegalizado sólo por no condenar el terrorismo, sino por formar parte del entramado de ETA. No es, dijo, un criterio político, sino judicial.

Rosa Díez reconoció que el momento actual es de "esperanza y cierto optimismo", pero recordó que ya ha habido "treguas trampa" y que, si este sentimiento de esperanza es posible, es gracias al funcionamiento del Estado de derecho, que ha dejado a ETA "acorralada, en el peor momento de su historia".

El sentido común indica, en su opinión, que es necesario seguir aplicando acuerdos como el Pacto Antiterrorista y la Ley de Partidos, que permitió la ilegalización de Batasuna. "A ETA hay que derrotarla, no convencerla", advirtió. "Sería tremendo", añadió, "cometer algún error que permitiera a ETA salir del agujero".

Sobre la manifestación de las víctimas del terrorismo, Rosa Díez aseguró que sabe cuál es su sitio, junto a quienes padecen la violencia, y que todos los ciudadanos son "mayorcitos" para saber lo que deben hacer, incluido el Comisionado para la atención a las víctimas, Gregorio Peces-Barba, que no asistirá a la manifestación.