Rosa Conde eludió mencionar a los dirigentes del Partido Popular o a destacados miembros de la jerarquía de la Iglesia católica, que en los últimos días han insistido en la idea de que en la atualidad hay más corrupción que durante la época de Franco.

La ministra reconoció que el Gobierno está preocupado por la posibilidad de que cale en la sociedad la imagen de que éste es un país sin valores ni principios éticos.

"Nosotros no compartimos este análisis ni desde el punto de vista sociológico ni desde el punto de vista político", dijo. "Vamos a hacer un esfuerzo personal y político desde el Gobierno, para evitar que esta imagen se implante en la sociedad, como reflejo de análisis que dsde el punto de vista del Gobierno son incorrectos".

Según Rosa Conde, se pueden dar respuestas contundentes a casos puntuales para mandar "mensajes claros" a la sociedad de cuál es la postura "no del Gobierno, sino del conjunto de la sociedad".

"En este caso", concluyó, "como en el caso del terrorismo, el Gobierno no responde a otra cosa que a la voluntad de la sociedad y a la voluntad de todos los partidos. Este tiene que ser un esfuerzo de todos y en ese sentido tenemos nuestra parte de responabilidad en lo que nos corresponde, pero el esfuerzo de erradicar esa falsa idea de una sociedad sin valores y corrupta nos compete a todos".