Romero recuperó la sonrisa y Mugica leyó el mismo libro -------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

Los gestos y actitudes del vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y su antecesor en el cargo, Alfonso Guerra, centraron hoy la atención y la relación de anécdotas en la segunda jornada del debate del estado d la nación, en el Congreso de los Diputados.

El actual "número dos" del Ejecutivo, que ejerció la máxima representación del Gabinete socialista en ausencia del presidente Felipe González, estuvo flanqueado durante la mayor parte de la sesión por el portavoz socialista en la Cámara Baja, Eduardo Martín Toval, y el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga.

Los tres coordinaron la postura del grupo mayoritario en el debate con una aparente sintonía y sin que pareciera afectarles para nada la consideraciones críticas que Martín Toval formuló estos días tanto sobre el papel de Solchaga en el partido y el Gobierno, como respecto a la valoración que le merece la figura política del nuevo vicepresidente del Ejecutivo.

Los portavoces parlamentarios de la oposición, entre ellos José Ramón Caso, del CDS, y Rodrigo Rato, del PP, también se acercaron al "banco azul" de Narcís Serra para felicitarle por su nuevo cargo.

Entretanto, una fila más atrás, el vicesecretario general del PSOE, AlfonsoGuerra, intercambiaba continuos diálogos con buena parte de los miembros de la dirección socialista.

Los ejecutivos Francisco Fernández Marugán, Alejandro Cercas ySalvador Clotas intercambiaron sonrisas con el ex vicepresidente del Gobierno, mientras otros diputados del PSOE, afines al sector "neoliberal" del Gobierno, dedicaron a Guerra un escueto saludo que apenas obtuvo respuesta.

Por su parte, el ex ministro de Agricultura Carlos Romero exhibió, durante gran parte de la sesión, la sonrisa qe parece haber recuperado tras su salida del Gobierno, en tanto que el ex titular de Justicia, Enrique Múgica, no se apartó de la lectura del mismo libro que se trajo ayer, miércoles, al Congreso, ajeno a las intervenciones de los portavoces parlamentarios. Ambos se mantuvieron en todo momento en sus escaños.

En esta segunda jornada del debate sobre el estado de la nación, no intervino ninguno de los máximos dirigentes de los partidos con representación parlamentaria, aunque acudieron todos a la Cámar, a excepción de Felipe González.

Como recordó a los periodistas en los pasillos de la Cámara el vicepresidente, Narcís Serra, el jefe del Ejecutivo no participa nunca en las sesiones en las que se analiza en detalle las posiciones de cada grupo.

(SERVIMEDIA)
21 Mar 1991
JRN