Tras una reunión celebrada en la capital italiana, la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA) anunció hoy su respaldo a la organización de este encuentro, propuesto por el colectivo homsexual transalpino "Mario Mieli".

Roma tomará la antorcha de otras ciudades que han pasado a la historia reciente por organizar grandes concentraciones en las que se han reivindicado los derechos de los homosexuales, como Nueva York (1994), con un millón de participantes, o París (1997) y Amsterdam (1998), ambas con 200.000.

El Ayuntamiento de Roma ha manifestado su acogida favorable al encuentro y el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Lamberto Dini, ha declarado que la cita de julio no es ontraria al concordato de su país con la Santa Sede.

El catalán Jordi Petit, directivo de la ILGA, expresó hoy su "gran satisfacción" por el hecho de que, por vez primera, todas las grandes organizaciones gays del mundo vayan a acudir unidas a una cita de esta naturaleza.

Sobre la actitud de El Vaticano ante la concentración, dijo que la cúpula eclesiástica "debe abstenerse de cualquier injerencia contra el derecho democrático de reunión y manifestación, toda vez que la Unión Europea recoge en elTratado de Amsterdam el compromiso de no discriminación por causa de orientación sexual".