"Lo único que se nota es el trajín de policías, periodistas y curiosos que van a mirar", dijo Ramiro Arroyo, a quien le parece que la detención de Roldán "está bien".

Arroyo señaló que, aunque sustancialmente la vida del pueblo no ha cambiado mucho (Brieva y Vicolozano suman alrededor de 40 habitantes), se nota el movimiento de "gente que sue y baja" y la presencia de "más policías de lo habitual".

Comentó que personalmente le parece lógico que Roldán haya sido detenido y que "si ha robado tanto como se cree, está bien que lo hayan metido en la cárcel", máxime cuando, no sólo en la prisión de Brieva, sino en otras de toda España "hay otros que están internos y que han hecho mucho menos".

Según Ramiro Arroyo, al principio la llegada del ex director de la Benemérita causó sensación en la localidad y los vecinos hablaban sobre él, sobr qué había hecho, cómo y por qué estaba en la cárcel de Brieva, pero ahora el revuelo ya ha terminado, por lo menos entre los habitantes del pueblo.

Luis Roldán, que lleva siete días en la cárcel de Brieva, se ha adaptado con normalidad a la vida carcelaria, según fuentes de Instituciones Penitenciarias, y no ha hecho ninguna solicitud especial.

El ex director general se encuentra solo en un módulo y no mantiene contacto con ningún otro recluso. Tiene acceso a la zona común de este módulo, donde uede ver la televisión y suele dar paseos por el patio.

Se le hace llegar la prensa diaria y ocupa su tiempo en leer y escribir, ya que no puede mantener conversaciones con nadie. Unicamente están en el módulo los policías que le protegen y vigilan y con los que no suele entablar ningún diálogo.