El grupo está integrado por Nicolás Redondo Terreros, actual secretario general de los socialistas vizcaínos; Luis Alberto Aguiriano, miembro de la ejecutiva del PSE-PSOE; Marcos Merino, vicesecretario general del PSOE vasco, y los diputados Francisco Fuentes, José Navarro y Jorge Novella.

Los diputados consultaron hace dos semanas al ex ministro de Interior José Barrionuevo cual sería el método más efectivo para hacer llegar a los encarcelados su soldaridad y apoyo.

Barrionuevo, que acogió positivamente la iniciativa de los diputados socialistas, les sugirió la posibilidad de una visita o el envío de una carta.

El grupo decidió mandar una misiva de apoyo a los encarcelados al tiempo que solicitaba, hace diez días, la autorización de Asuntos Penitenciarios para visitar a Vera, Damborenea y Sancristobal en Alcalá Meco.

Prisiones concedió el permiso 48 horas después para hoy miércoles, día en el que suele reunirse el Pleno del Congreso y, or tanto, todos los diputados se encuentran en Madrid.

Después de conseguir el permiso de Asuntos Penitenciarios, un portavoz del grupo se puso en contacto con el director de la prisión, Jesús Calvo, quien les informó de cómo se desarrollarían los encuentros.

Gracias a la condición de diputados, los visitantes están en condiciones de entrevistarse con los reclusos en una dependencia que no estará dividida por reja o mampara alguna. Los diputados pueden ver a los tres reclusos uno por uno y sucesiamente, puesto que el juez instructor tiene prohibidos los contactos entre ellos.

Según las fuentes consultadas, este gesto es "lo mínimo que los socialistas podemos hacer por unos hombres que han estado dando la cara en situaciones muy delicadas y que ahora pasan por un mal momento".

Fuentes penitenciarias confirmaron a esta agencia que Sancristóbal se encontraba ayer "desanimado" después de que la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional desestimara el recurso presentado por su abogdo, José María Stampa Braun, en contra del auto de prisión.

El tribunal consideró que el entonces gobernador civil de Vizcaya tiene un importantísimo patrimonio y relaciones en el extranjero que le permitirían sortear los mecanismos de seguridad del Estado si quisiera escapar.