Durante su declaración, que comenzó pasadas las 11 de la mañana, Elisa Rodríguez reconoció haber ingresado 7 millones de pesetas procedentes de otro implicado en el 'caso Roldán', Agustín Blázquez, en una cuenta que tenía en el BBV cuya titularidad compartía con Roldán.

Sin embargo, negó que dicho dinero procediera del cobro de comsiones a pesar de que Blázquez, que ya declaró como testigo ante la jueza Ferrer por este motivo, era representante de una de las empresas constructuras involucradas en este caso, Aspica. Asimismo, añadió que Roldán no percibió nada de ese dinero.

Explicó que Blázquez, que fue socio de Elisa Rodríguez en la empresa Kiwi Computers, ingresó en dicha cuenta esa cuantía a modo de regalo y muestra de gratitud por haberle presentado a algunas personas con las que posteriormente hizo negocios, pero no en conepto de comisión por la adjudicación de obras.

Indicó que ese dinero lo cobró Blázquez de la constructora Aspica mediante talones y se lo ingresó en la cuenta del BBV. En su declaración ante la jueza Ferrer, Blázquez dijo que había ingresado en esa cuenta corriente 1.635.000 pesetas mediante una transferencia bancaria y otras 1.798.000 pesetas en tres cheques.

RELACIONES

Elisa Rodríguez, que se olvidó de acudir al juzgado con su abogado, por lo que la jueza le asignó uno de oficio, fue sometidaen la primera parte de su declaración a una batería de preguntas que versaron sobre sus relaciones sentimentales con Roldán y su situación personal de entonces, dado que estaba en trámites de separación.

La mujer, que según fuentes jurídicas declaró nerviosa y con respuestas muy parcas, también fue interrogada sobre sus relaciones con Julián Sancristóbal, ex director general de la seguridad del Estado, de quien había sido secretaria, así como con el ex presidente navarro Gabriel Urralburu, aunque en abos casos respondió con evasivas.

Durante la segunda parte de la declaración, que se interrumpió durante unos minutos para hacer un descanso, fue preguntada sobre varios talones del Banco de España de fondos reservados del Ministerio del Interior que, según consta en las actuaciones, fueron ingresados en la citada cuenta del BBV.

Rodríguez señaló que desconocía si ese dinero había sido ingresado en su cuenta, de la que dijo además no saber sus movimientos y agregó que ella tan sólo disponía de un tarjeta de crédito con la que hacía sus gastos.

NULIDAD

Según las citadas fuentes jurídicas, durante el interrogatorio, los abogados de Roldán no le hicieron ninguna pregunta como medida de protesta por la citación de Rodríguez en calidad de imputada y no de testigo, tal como ellos habían solicitado en su día.

Así, pidieron a la jueza la nulidad de su declaración al estimar que se habían producido irregularidades, ya que su citación como imputada se había derivado del contenido del recurso de pelación que la defensa de Roldán interpuso contra su ingreso en prisión.

Por otra parte, la declaración de Rodríguez fue interrumpida durante unos minutos para que un responsable de una empresa de muebles, Julián Carlos Cortés, que declaró recientemente ante la jueza como testigo, le aportase el justificante requerido por ésta del cobro de un cheque de un millón de pesetas del testaferro de Roldán, Jorge Esparza.

Cortés, que no aportó la factura, por lo que la jueza se la volvió a requerir, explcó a la magistrada que cobró ese dinero por la fabricación de unos muebles a medida para el cuarto de baño de una vivienda que Esparza posee en la calle Padre Damián de Madrid.

Las fuentes consultadas señalaron que la jueza Ferrer no tiene previsto practicar ninguna nueva diligencia hasta después de las vacaciones de Semana Santa.