Roldán está encarcelado en una celda de 10 metros cuadrados, en un módulo apartado del que ocupan el resto de las reclusas, y ocupa buena parte de su tiempo libre en escribir un libro de memorias. Al parecer, el ex responsable de la Benemérita aportará en esta obra datos inéditos sobre Filesa y la presunta financiación irregular del PSOE, así como de la implicación de la empresa alemana Siemens en el pago de comisiones ilegales.

Mientras, el de Roldán y otros casos de corrupción surgidos durante los mandatos socialistas han gravitado en la presente campaña electoral, en la que el presidente del Gobierno, Felipe González, se ha esforzado por convencer a la ciudadanía que "cuatro o cinco sinvrgüenzas" no pueden empañar la gestión realizada en los últimos 13 años.

La captura del anterior máximo responsable de la Gujardia Civil se convirtió en un objetivo prioritario para el Gobierno, aunque su detención y posterior traslado a España pasó, en cuestión de horas, de ser un gran éxito policial a convertirse en uno de los mayores escándalos que afectaron al Ministerio de Justicia e Interior.

Juan Alberto Belloch fue el encargado de informar sobre la detención de Roldán, expresando su satisacción por haber aprobado su "asignatura pendiente", aunque también tuvo que comparecer, por segunda vez en 24 horas ante los medios de comunicación, para informar de las condiciones de la "extradición administrativa" desde Laos, tras desvelarse que estaba condicionada a que fuera juzgado por sólo dos de los siete delitos que se le imputaban.

Finalmente, la juez Ana María Ferrer dictó un auto de procesamiento contra Roldán por la totalidad de los delitos que se le imputaban, decisión que fue acogida cn euforia por parte del Gobierno.