ROLDAN. BELLOCH: "EL GOBIERNO ESPAÑOL NO HA SIDO ENGAÑADO Y TAMPOCO HA ENGAÑADO A NADIE"

- "La falsedad de los documentos no convierte en ilegítima la detención"

- El ministro asegura que la plicía no cometió ninguna ilegalidad y que Roldán será juzgado por todos los delitos que se le imputen

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro Juan Alberto Belloch aseguró hoy ante la Comisión de Justicia e Interior del Congreso de los Diputados que "el Gobierno español no ha sido engañado y tampoco ha engañado a nadie" durante el desarrollo de la 'Operación Luna' para capturar al ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán.

Belloch afirmó rotundamente que la policía española acuó en todo momento con arreglo a la legalidad en la detención del prófugo, y justificó el hecho de que su ministerio no hiciera mayores comprobaciones sobre la veracidad de los documentos enviados por las autoridades de Laos porque "utilizar los cauces habituales de confirmación habría puesto en peligro el éxito de la operación".

El responsable de Justicia e Interior reconoció que cometió un "error" en su política informativa, al ocultar en su primera comparecencia pública tras la detención de Roldán os documentos presuntamente enviados por las autoridades laosianas y sobre cuya autenticidad su departamento albergaba dudas.

"Es un error que siento profundamente, no por el PP", dijo, "sino por las personas de buena fe e incluso mis amigos, a los que he inducido a error en la formación de sus opiniones. Nadie en el Ministerio de Justicia e Interior ha tratado de ocultar nada y con esta explicación, y a partir de la lógica, deberían quedar agotadas las teorías conspirativas".

Explicó que tomó ladecisión de no mencionar la existencia de los documentos para evitar en lo posible un conflicto diplomático con Laos, pero no dio ninguna versión sobre el origen de tales documentos ni anunció la apertura de ninguna investigación con el fin de localizar a las personas que redactaron y tramitaron los textos.

Durante la hora larga de explicaciones del ministro, el presidente de la comisión parlamentaria tuvo que pedir en varias ocasiones silencio a los diputados populares, que sonreían con sorna y aprovchaban los momentos en que el ministro bebía agua para espetarle: "¡vaya trago!".

El ministro destacó la importancia de que Luis Roldán esté a disposición judicial, desmintió rotundamente que se hubiera producido violación alguna del derecho internacional y que la policía española incurriera en ilegalidades durante la detención del prófugo y afirmó que el ex director general de la Guardia Civil "será juzgado con toda seguridad en España por todos los delitos que el juez le impute".

CONFIDENTES

elloch detalló las circunstancias en las que se produjo la entrega de Roldán. Como en su primera comparecencia, aseguró que el ministerio utilizó canales oficiales de investigación, así como contactos diversos con personas y organizaciones relacionadas con la protección a fugados y con servicios secretos de otros países.

"Se usaron confidentes cuya identidad no voy a revelar, porque sería irresponsable y pondría en peligro la vida de personas, y eso no debería hacer sonreir a nadie", aseguró en referecia las continuas mofas de los diputados del PP.

Según su relato, el ministerio siempre dudó de la autenticidad de los documentos llegados de Laos, pero ante la posibilidad de que el propio Roldán estuviera detrás de la trama, decidió no hacer comprobaciones oficiales para no abortar la detención del prófugo.

Los policías españoles que iban a proceder a su detención y traslado hicieron escala "en una ciudad europea", donde entraron en contacto con el intermediario que había informado sobre el pardero de Roldán, al que entregaron los documentos enviados por el Gobierno español solicitando la detención y entrega del ex director de la Guardia Civil y las respuestas del Gobierno laosiano.

Este intermediario fue visto por uno de los funcionarios españoles entrando en la embajada de Laos con ellos. Poco después, otro intermediario que se presentó como funcionario del Gobierno laosiano se puso en contacto con los policías españoles para informarles que Roldán les sería entregado el día 27 en el tranfer número 1 del aeropuerto de Bangkok a las 21.30 horas.

Por tanto, "la responsabilidad de contactar con las autoridades de Tailandia era del Gobierno que había elegido ese país para la entrega y en esto actuamos bajo el principio de buena fe que rige las relaciones internacionales".

Una vez en Bangkok, dos hombres que se identificaron como policías laosianos y que pidieron a su vez identificación a los agentes españoles procedieron a la entrega de Roldán, al que los agentes pidieron también queavalase su identidad.

NO HUBO PACTO

Belloch rechazó por tanto cualquier acusación de detención ilegal, puesto que Roldán acompañó en todo momento a los policías españoles voluntariamente y sin que existiera ningún tipo de violencia. Los agentes que recibieron al prófugo no iban armados y éste no les expresó ninguna queja durante el viaje.

Técnicamente, Roldán fue detenido al pisar suelo español, cuando subió al avión de las fuerzas aéreas que le esperaba en Roma, previa lectura de sus derechos. La detención fue, según Belloch, "absolutamente legal. El hecho de que los documentos se hayan demostrado falsos y que la entrega del señor Roldán sea o no conseguida por medio de subterfugios no convierte en ilegítima la detención y por tanto Roldán podrá ser juzgado por todos los delitos que la juez le impute".

En este sentido, el ministro recordó varias sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos dirigidas a consolidar su opinión de que, incluso en el caso de que Roldán hubiera accedid a la entrega bajo engaños, esto no supondría la anulación del procedimiento judicial ni significaría que la detención fue ilegal.

Belloch desmintió que la policía española hubiera entrado en Laos en ningún momento y desmintió una vez más que el Gobierno hubiera llegado a ningún tipo de pacto con Luis Roldán, por lo que entiende que "nada impide que Roldán sea juzgado por todos los delitos que se le puedan imputar y no existe ni vulneración de sus derechos ni pérdida de jurisdicción de la juez instrucora del caso".

Como consecuencia de esta actuación, "se consiguió el objetivo fundamental de esta operación, que era poner ante el juez al ex director general de la Guardia Civil", razón por la que el ministro insistió en que "volvería a tomar las mismas decisiones".

(SERVIMEDIA)
07 Mar 1995
SGR