Rodríguez-Bereijo declaró a Canal+ que "el cambio constitucional no puede ser el precio de la paz. La Constitución es suficientemente abiera y flexible para dar cabida a las aspiraciones de autogobierno".

Respecto al proceso que se sigue contra el general chileno Augusto Pinochet, el presidente del Constitucional afirmó: "Este es un caso que va a marcar un punto de inflexión y que animará a crear el Tribunal Penal Internacional para juzgar el genocidio, el terrorismo y la barbarie. No quiero inmiscuirme en un proceso todavía en curso, sí subrayar la importancia histórica del caso por el cambio de sensibilidad".

Sobre la renovación dl Tribunal Constitucional, su presidente hizo un llamamiento a la generosidad y a la altura de miras de los partidos políticos, para que renueven cuanto antes a los magistrados del tribunal. "La gravedad de la situación no permite dilatar por más tiempo la renovación", afirmó. "El pleno del tribunal, en una decisión sin precedentes, ya pidió al Senado que actuase cuanto antes".