Según la compañía, se trata de una campaña divulgativa que tiene por objetivo concienciar a los pacientes diabéticos sobre el impacto ambiental de los aparatos electrónicos que emplean.

En su comunicado, Roche recuerda que el mercurio de una pila botón puede contaminar un acuífero de 2 millones de litros de agua y que la materia prima del plástico es el petróleo, un recurso no renovable.

Roche se ocupará también del traslado de los medidores antiguos a la planta de tratamiento, donde se les someterá a un proceso de descomposición y esterilización para obtener materiales como hierro, plástico, condensadores eléctricos o cables de cobre.

Además, los usuarios que depositen sus medidores en los puntos habilitados recibirán medidores y pinchadores del modelos Accu-Chek nuevos.