Según informó Defensa en un comunicado, durante su visita Robles afirmó que la situación en el Mediterráneo “es de calma”, pero que el contexto de disuasión en el que operan los barcos españoles es de “tensión operativa” e informó de que no entrarán al mar Negro, como estaba previsto inicialmente.

“El mensaje que hay que transmitir es de tranquilidad y de orgullo por la gran labor que están realizando”, manifestó la ministra después de visitar el buque de acción marítima ‘Meteoro’, el cazaminas ‘Sella’ y la fragata ‘Blas de Lezo’.

Los dos primeros se integran en la Agrupación Permanente de Medidas Contraminas nº2 (Snmcmg 2, en sus siglas en inglés) que comanda el capitán de navío español Javier Núñez de Prado desde el 22 de junio del pasado año, mientras que la ‘Blas de Lezo’ forma parte de la Agrupación Naval Permanente nº2 (SNMG 2).

La ministra, acompañada por la secretaria de Estado, Esperanza Casteleiro, y por el comandante del Mando de Operaciones, teniente general del Aire Francisco Braco, fue recibida a su llegada al aeropuerto internacional de Chania por el embajador de España en Grecia, Carles María Casajuana y por el agregado militar en ese país, el capitán de navío Juan Escrigas.

PREPARADAS PARA EL DESPLIEGUE

Las agrupaciones de buques aliados que se encuentran permanentemente bajo la cadena de mando de la OTAN conforman el núcleo de la capacidad marítima de la Fuerza de Respuesta de la Alianza y, más concretamente, son la punta de lanza de la Fuerza de Respuesta Muy Rápida de la Alianza (VTJC, por sus siglas inglesas).

Actualmente permanecen en alto nivel de alistamiento para el caso de que la OTAN decida activar la VJTF y emplearla en un escenario relacionado con la crisis de Ucrania.

Su misión general es contribuir de forma permanente a los cometidos recogidos en la Estrategia Marítima de la Alianza que son disuasión y defensa, gestión de crisis, seguridad cooperativa y seguridad marítima.