Los hechos se produjeron en torno a las 8 de la mañana, cuando los dos ocupantes de un vehículo estacionado en las proximidades del establecimiento bancario entraron en él y gritaron "esto es un atraco". Según el testimonio de los presentes, uno de los dos ladrones, que demostraron un "gran estado nervioso", se dirigió, encañonando con una pistola, hacia uno de los mostradores y pidió a un empleado que le entregara una de las sacas más abultadas que se veían desde el patio de operaciones, y cuyo contenido eran todas las cartas que la caja envía a sus clientes para comunicarles el estado de sus depósitos.

Tras el atraco, y superados los primeros momentos de tensión, la reacción de los presentes en l agencia, y posteriormente de todos los vecinos próximos al lugar, fue "sonreir", según testigos presenciales, al comprobar que lo que habían robado eran los comunicados de los movimientos bancarios de los clientes.

El jefe de la Policía Local de Isla Cristina, Alfonso Chaves, indicó a esta agencia que aún se desconoce la identidad de los dos atracadores y la matrícula del vehículo que emplearon para llevar a cabo el "desafortunado" atraco.