Estas linternas son, además de un utensilio útil para advertir del pligro a los conductores, un objeto de deseo para muchos a juzgar por la frecuencia con la que desaparecen de las zonas de obras donde cumplen su función, según los partes de sucesos de la Guardia Civil y de la policía extremeña, que recogen las denuncias de las empresas constructoras de las carreteras de Extremadura.

"La gente nos ha robado sólo en esta obra más de 300 linternas intermitentes. En estos últimos días, hemos pedido a la fábrica que nos envíe 200 más a la vista de la frecuencia con que deaparecen", explicó José Antonio Gallego Iglesias, jefe de obra de la empresa Obrascón, que realiza el ancondicionamiento del tramo de la nacional 430 comprendido entre el cruce de Santa Amalia, en la nacional V, y la localidad de Acedera (Badajoz).

Los responsables de Obrascón indicaron que es normal que toda una zona de obras con linternas de este tipo "se quede a oscuras" un viernes por la noche, lo que aumenta el peligro para los conductores.

José Antonio Gallego aseguró que su empresa ha demotrado que existe una relación entre el incremento del número de accidentes y la ausencia de linternas. "Sabemos que en esta carretera ha habido accidentes directamente achacables a que el conductor se ha precipitado sobre la zona de obras al no advertir el peligro desde lejos", indicó.

Este tipo de linternas, alimentadas por una pila con carga para 15 días, comienzan a emitir destellos automáticamente desde el momento en que una célula fotoeléctrica que llevan incorporada detecta la disminución de luzsolar, volviendo a la posición de reposo cuando el alba aumenta la luminosidad natural.

El responsable de esta obra señaló que su empresa presenta denuncias de las sustraciones "más que por el valor de cada linterna, que puede ser de unas 3.000 pesetas, para dejar constancia de que las linternas son un elemento de seguridad muy importante para los conductores".

Obrascón lleva trabajando un año en este tramo de carretera, que tiene unos 50 kilómetros de longitud, lo que supone una media de sustracones de casi una linterna por día, aunque los robos aumentan durante los fines de semana.