El pasado día 10, una patrulla de la Policía Municipal, avisada por una llamada de un ciudadano, recogió cuatro cajas, con unos 200 relojes cada una, que habían sido escondidas entre unos setos. Poco después, un caionero denunció en comisaría el robo de otras 25 cajas similares, con un total de 5.000 relojes.

A pesar de que no había testigos del robo, este hecho se relacionó con otro incidente: la Policía Municipal había pedido la documentación esa misma noche a los ocupantes de dos furgonetas sin mayores consecuencias, pero la policía nacional sospechó la implicación de esos individuos en el robo.

Unos días más tarde los funcionarios policiales arrestaron a dos personas, Antonio C.F. y Manuel V.M., que llvaban sendos relojes de la marca y características de los robados. Poco después, detuvieron a otros dos implicados en el robo (Salvador B.E. y José Ramón C.F.), mientras que los dos últimos (Oscar G.C. y Francisco R.B.) se entregaron tras saber que la policía les estaba buscando. Cinco de los seis detenidos poseen numerosos antecedentes policiales por robo.

La policía sigue investigando para localizar a otros dos implicados, que ya han sido identificados, y para recuperar la totalidad del botín, mientas que los detenidos han pasado a disposición judicial después de haberse negado a declarar.