Según fuentes policiales, los ladrones perpetraron el robo mediante un butrón en la carbonera del inmueble colindante con los sótanos de la tienda y desde allí abrieron otro butrón hasta la primera planta de la joyería.

Las mismas fuentes aseguran que los cacos se llevaron las joyas expuestas en el escaparate que, según su propietario, "eran las de másvalor, ya que este año celebramos el 75 aniversario de la joyería y las habíamos sacado para exponerlas".

En el momento en que los ladrones accedieron al establecimiento comercial saltó la alarma, por lo que abandonaron rápidamente el local dejando dentro del inmueble la herramienta utilizada para realizar los dos butrones y dos bocadillos envueltos en plástico.

Asimismo, la policía baraja la hipótesis de que los desvalijadores fueran los mismos que hace unos meses atracaron una sucursal en el Baco Exterior de España, situada a pocos metros de la joyería, por el mismo método, en el que se llevaron un botín de 20 millones de pesetas.

Según Carlos Roibás, "los ladrones eran auténticos profesionales que contaban con abundante documentación y planos del establecimiento y conocían perfectamente el valor de las joyas robadas".