Así se pronunció Rivera de la Cruz en una entrevista en Servimedia, quien aseguró que se trata de un proyecto pionero, que “no hay referencia”, y añadió que “tiene que pasar más tiempo para poder hacer un informe detallado”. En esta línea, señaló que el resultado que está teniendo parece “satisfactorio” pero “es demasiado pronto para cantar victoria”.

Además, dijo que los expertos en la cuestión, “que son los que saben de esto, prefieren esperar para pronunciarse”.

Explicó el origen de este proyecto. “La contaminación por los excrementos de los animales es una de las principales preocupaciones para la conservación de cualquier edificio”, hubo muchas reuniones con expertos para ver qué se podía hacer” porque, por ejemplo, el recurso de utilizar clavos en este “no se puede ni pensar”. Apuntó a que “lo más efectivo era un ave rapaz que alejase a las palomas del monumento”.

“Hubo un problema porque había que encontrar un sitio desde donde lanzar, ya que el halcón no puede ir desde cualquier sitio”, destacó Rivera de la Cruz. “Se decidió experimentar sabiendo que a lo mejor no sale bien. Si resulta que funciona bien, pues es una experiencia que pondremos a disposición de otras ciudades para cuidar sus monumentos”, concluyó la titular del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid.

Esta medida se anunció el pasado mes de diciembre y se trata de una medida sin antecedentes en la ciudad que se irá valorando progresivamente a lo largo del año 2024. La iniciativa consiste en emplear un halcón y dos águilas para ahuyentar a las palomas, causantes de la afección biológica más destacada del monumento, como se descubrió durante los trabajos de restauración.