Crítico con los cambios en el Gobierno que no significan más que "un cambio de caras" y no "un cambio de políticas", Ridao insisitó en que Zapatero está "sin brújula" y entregado al "efectismo y la improvisación repentina".

En su opinión, los cambios en el Ejecutivo se deben a que el presidente se ha encontrado en una "encrucijada crítica que requería alguna iniciativa, la que fuera, con tal de visualizar un golpe de timón", para plantar cara a la crisis, resolver el contencioso con Cataluña y recuperar la intención de voto en las próximas elecciones europeas.

Para Ridao, las cinco caras nuevas del Ejecutivo sólo han servido para "protagonizar una huida hacia delante" con un Gobierno "menos técnico y con el bombo político más cargado. Más ideologizado y más comprometido con llegar a la opinión pública" y habrá que ver "si es un gabinete basado en los méritos o en la disciplina partidista".

Criticó el nombramiento del Chaves, "que no encaja con ningún ideal de renovación" y del que ERC sospecha que intentará "federalizar a la baja" y poner el acento en la cooperación entre comunidades "después de cobrar la deuda histórica de Andalucía y conseguir todas sus pretensiones presupuestarias".

Ridao juzgó, finalmente, que el cambio en Economía ha servido para dar una salida Solbes, que deseaba salir del Gobierno, y para poner como "delantero centro para marcar goles a la crisis" a Elena Salgado, aunque Esquerra vaticina que el ministro de Economía va a ser el propio Zapatero que está "enrocado" en sus convicciones.