Este es el tercer proyecto relacionado con el río Manzanares. Le precedieron la reforma de la M-30 y el Plan de Infraestructuras para la Mejora de las Aguas del río, que cuenta con un presupuesto de 500 millones de euros.

"Se trata de una intervención ambiental centrada en sus riberas y márgenes, que favorece la recuperación de espacios naturales, el sostenimiento del ecosistema fluvial y la creación de áreas en las que el ciudadano, dentro de la propia ciudad, entre en pleno contacto con la naturaleza", concretó Ruiz-Gallardón.

El proyecto comienza prácticamente donde el río inicia su recorrido por el término municipal de Madrid: la presa de El Pardo. Desde ese punto, después de bordear el casco urbano de El Pardo, el complejo deportivo de Somontes y el Palacio de la Zarzuela, el río alcanza los puentes de la M-40.

Gracias a la colaboración de Patrimonio Nacional, propietario de los terrenos, El Gobierno de Madrid diseñó una serie de actuaciones que afectan a cerca de 65 hectáreas y en las que se invertirán más de 1,2 millones de euros.

Se incluyen, entre otras, la eliminación de restos vegetales, residuos y exceso de matorrales, la retirada de árboles muertos y el tratamiento de los enfermos, así como la plantación de 23.249 nuevos árboles y 33.000 arbustos.

"Vamos a pasar de contar con un río que simplemente discurría por Madrid", concluyó el alcalde, "a contar con un río que convive con la ciudad, y que constituye un recurso natural excepcional a disposición de todos los ciudadanos".