Reyna explicó que la única partida que reciben los sindicatos para su propio funcionamiento (nóminas, viajes, organización de seminarios, etc.) es la consignada en los Presupuestos del Estado de cada año dentro del departamento del Ministerio de Trabajo.

Esa partida, cuya cuantía depende de los delegados de cada central, asciende este año a 530 millones de pesetas para UGT y a un importe ligeramente superior para CCOO. Reyna destacó que lo que reciben todos los sindicatos juntos or este concepto es aproximadamente el 4 por cien de lo asignado a los partidos políticos.

Reyna señaló que incluso esa partida de dinero transferida por el Ministerio de Trabajo debe ser justificada posteriormente, por lo que atribuyó a la ignorancia sobre el funcionamiento y las obligaciones de los sindicatos la declaración de Julio Anguita en favor de que el Tribunal de Cuentas fiscalice a las centrales.

Como dato anecdótico ilustrativo, el dirigente de UGT explicó que, en la Escuela de Formacón que UGT tiene en Madrid, han habilitado un sala para los técnicos del Tribunal de Cuentas, para facilitarles la tarea.